Cimentando las bases para el empoderamiento emocional
¿Qué entiendes tú por empoderarte?
¿Porque nos hemos dedicado tanto a repetirlo y tan poco a comprenderlo que en muchas ocasiones terminamos justo haciendo lo contrario?, y lejos de empoderarnos como mujeres, copiamos los patrones de conducta patriarcales y terminamos reproduciendo esos roles de género que tanto nos han dañado: cansadas, frustradas, enojadas. Entonces, ¿Qué necesitas para empoderarte emocionalmente?
- El aprendizaje, la información, el conocimiento de tu entorno y tus condiciones.
Hay miles de cosas en torno al papel que como mujeres jugamos hoy en día que existen y desconocemos, un ejemplo de ello: ¿Sabías que de acuerdo al INEGI (2013) el trabajo doméstico y de cuidados no remunerados de las mujeres equivalen al 15.5% del PIB, mientras que el de los hombres equivale al 5%?. ¿Cuál es el punto de esto? La información es poder.
- Tomar decisiones, teniendo información y siendo conscientes.
Como mujeres se nos ha enseñado a descalificarnos unas a tras y a nosotras mismas por tomar decisiones como quedarnos en casa y/o salir a trabajar, cuando una es tan valiosa como la otra, elegimos hacerlo de acuerdo a lo que consideramos mejor para nosotras y nuestras familias, porque al educarnos respecto a nuestro papel como mujeres, sabemos de los prejuicios que hay al respecto y somos capaces de trascenderlos sin cargar en nuestros hombros las culpas que durante años impidieron a miles de mujeres tomar decisiones.
- Reconocimiento personal.
Debes saberte en todo momento una persona entera, capaz, suficiente, pero social ¿Por qué digo esto? Porque culturalmente hablando hemos crecido durante siglos con la idea de ser “el sexo débil”, “la dependiente”, “a la que hay que proteger”, y al tratar de vencer estos estereotipos muchas veces caemos en el extremo de querer prescindir de los demás (tan fatal el uno como el otro).
- Confianza en ti misma.
Cada una de nosotras debe tener confianza en sí misma, en su capacidad de dirigir su proyecto de vida, de negocio, de familia, de trabajo, desde un liderazgo construido con las propias fortalezas, un liderazgo propio de las mujeres, más intuitivas, más emocionales, más afectivas, que nos lleve a desarrollar proyectos y empresas más humanas, más incluyentes, y más colaborativas.
En conclusión, empoderamiento es: tener la capacidad de reconocer nuestras cualidades personales, de tal manera que las podamos utilizar para relacionarnos con otros, apoyarnos mutuamente, retroalimentarnos, y establecer relaciones bajo el principio ganar-ganar, donde siempre prevalezca un sentido de merecimiento y valor personal que nos permita pedir, recibir y en su caso exigir un reconocimiento personal, social, económico, laboral y familiar.