Dos condiciones para trabajar mejor en equipo

Acércate a cualquier colaborador de la compañía y pregúntele por las metas de su área. Esperamos que te sepa responder. Pregúntele después por los objetivos de la gerencia y finalmente los de la compañía, si las respuestas son positivas (no memorizadas, sino comprendidas), tu equipo tiene las bases sentadas para trabajar mejor. Acércate a cualquier colaborador de la compañía y pregúntele por las metas de su área. Esperamos que te sepa responder. Pregúntele después por los objetivos de la gerencia y finalmente los de la compañía, si las respuestas son positivas (no memorizadas, sino comprendidas), tu equipo tiene las bases sentadas para trabajar mejor. 

En caso contrario, primer consejo: fija metas claras y retadoras que sean entendidas por todos y que generen compromiso. Ningún equipo de trabajo puede serlo si se desconoce el para qué se está trabajando. Imagina un campo de futbol sin porterías, ¿a dónde disparas? ¿Dónde defiendes? Si no sabes a dónde vas, ya llegaste. Los equipos deben tener objetivos y metas compartidos para encauzar sus esfuerzos coordinadamente. Deben ser bien conocidos por todos y deben estar entendidos por todos. Esto último no es siempre fácil. Es tarea de los líderes el que se comprendan las metas propias, pero también que se entiendan las relaciones con las metas y objetivos de otros equipos. Muchas veces los propios líderes de las áreas son incapaces de lograr esto, debido a que ellos mismos no lo tienen comprendido. En parte es por la persecución constante del número, de la meta a conseguir, que limita la visión global, privilegiando la mirada parcializada y descontextualizada.


Pero ahí no termina la cosa, los objetivos y metas, una vez comprendidos deben generar compromiso entre los miembros del equipo. Esto será mucho más sencillo de conseguir en la medida en que exista una mayor participación de los empleados en la fijación de las metas de todos. Ello implica esfuerzos de involucramiento y capacitación previos para que los empleados sean capaces de establecer metas realistas, útiles y alineadas con los objetivos organizacionales. También requiere que la información fluya con naturalidad por la organización de manera que no solamente los líderes tengan información, sino también los empleados de menor nivel. De otra manera su aportación será nula. Finalmente, permitirles participar exige en los líderes un ejercicio de confianza en sus empleados.

Lamentablemente, me parece que es en este último punto donde tenemos el mayor obstáculo. Muchos líderes argumentan que no permiten la participación en la fijación de metas porque los empleados no saben cómo hacerlo. Si bien puede ser cierto, me parece más un pretexto que una razón. Si no saben es porque no les han enseñado y la responsabilidad vuelve a los líderes. Si no se les tiene confianza, nos habla de las características del liderazgo. Nos habla de la cultura organizacional y la responsabilidad vuelve a los líderes.

Aquí viene el segundo consejo: procura una amplia participación de todos los miembros del equipo. Solamente cuando las personas son escuchadas, cuando tienen alternativas para discutir temas que les conciernen, cuando pueden apoyar en la solución de problemas y situaciones comunes, cuando pueden aportar ideas y nuevas maneras de hacer y de pensar, podrán sentirse valiosos, tomados en cuenta, responsables y por tanto motivados e involucrados para apoyar a la compañía y conseguir conjuntamente aquello que se han trazado.

La cultura organizacional debe tener como prioridad el valor de las personas. De forma enunciativa muchas lo hacen, sin embargo, en la práctica queda claro que la mayoría no lo demuestra, ya sea por desconocimiento o por desinterés.

Debemos entender que a la mayoría de la gente le gusta y necesita –ojo: necesita–,ser tomada en cuenta y participar en lo que les parece interesante. Otra vez, es trabajo de los líderes tanto generar escenarios motivantes como las oportunidades y espacios, para que los empleados perciban que se les confía un pedazo de la compañía y de su crecimiento.

Pierde el miedo, la gente es mucho más capaz de lo que piensas y varias cabezas piensan mejor que una.Soluciones en desarrollo humano y organizacional


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